








Proyecto realizado en colaboración con Jaime Salazar
La casa había de ser una presentación del habitante en sociedad, una Drag Queen y conocido DJ. La arquitectura resulta de coordinar los sucesos aleatorios “lo que pasa” con la cultura y formación de los habitantes, pero también con su orientación genética.
115 m2 incluyen 75m2 para fiestas y otros 75 para la cocina, dos dormitorios, sauna, invernadero, vestuario y despacho. Como el programa supera a los metros disponibles se propone la simultaneidad de algunos metros cuadrados.
La casa hubiera sido un gran espacio neutro envuelto por un muro equipado con el programa. El espacio central adquiriría, en cada momento, el color de las piezas activas.
Construcción en taller y en seco, dobles fachadas translúcidas o transparentes. Aislamiento con paneles sandwich de vidrio. Todas las divisiones interiores de vidrio.
El muro grueso hace de filtro del exterior. En los puntos en los que nos movemos en el espesor del muro equipado (las camas, las escaleras, la ducha o el invernadero) hay contacto directo con el exterior. Dormimos o nos duchamos frente a una fachada transparente.